Aislada, marginal, rebelde, acosada por la locura y la desesperación, Pequeña Luz emprende el camino de la iluminación. Los personajes que conoce en el recorrido transforman su pensamiento y su manera de ver el mundo. La terca, estrafalaria y orgullosa criatura del principio de la novela experimenta luego el dramático acercamiento a los demás. Pequeña Luz no es más que una metáfora de nuestras búsquedas y un viaje al delirante territorio de los deseos y los sueños.